Todo lo que puedo desear cabe entre mi mano y el río
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Esta instalación deviene del trabajo realizado en Residencia Raíces. Aconquija, Catamarca. Me interesaba seguir investigando guiada por la pregunta sobre los cuerpos y las memorias del cuerpo al encontrarse en otro territorio, otra temperatura, otro tiempo. Los procedimientos para la investigación fueron guiados por la exploración de gestos, ritmos y recorridos performáticos posibles en diálogo con el espacio vital, el registro fotográfico/audiovisual, la escritura de partituras.
Esto llevó a que todas las mañanas temprano me acercara al río Del Campo y accionara con un lienzo blanco junto al agua, la arena y el viento;
a que por la tarde me acercara a las Lomitas para acariciar las montañas;
a crear una escritura de tierra con el espíritu de las piedras, el romero, las mandarinas;
a construir una antena para escuchar otras voces;
a habitar un nido en Las Chacritas.
De estas operaciones nació la instalación: Todo lo que puedo desear cabe entre mi mano y el río.
Roma Vaqueros Diaz es una performer que vive en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el proyecto que realizó en Raíces giró alrededor de observar cómo se afectan cuerpo y paisaje. Durante la residencia trabajó en diversas acciones emplazadas en distintas zonas de Aconquija y en la exposición final presentó una instalación donde dialogaban dos videos de performances realizadas (Acción para encontrar una madre en la tierra y Acción para acariciar las montañas II, esta última realizada en colaboración con la otra residente Florencia Sosa Rey) junto a fotos de acciones en el río, partituras ubicadas sobre maderas dispuestas en el piso, tierra extraída del lugar sobre la que esparció elementos simbólicos, y el lienzo que fue utilizado para las acciones en el río. Cada elemento que formaba parte de la instalación guardaba partes del paisaje y el vínculo que estableció la artista con el mismo.
En términos generales, un paisaje se define como una superficie donde interactúan distintos elementos. En las obras de Roma vemos su cuerpo interactuar con el viento, el río, las montañas, la tierra y las piedras, creando un nuevo paisaje subjetivo que surge de esa relación. Nancy también propone que lo característico de un cuerpo es la exposición, el estar expuesto al contacto con los otros cuerpos, entonces, un cuerpo se define justamente en la relación con otros. Un cuerpo es un despliegue, una exposición, una capacidad de ser afectado y de afectar: habitar un cuerpo implica estar expuesto al afecto. En sus trabajos, Roma investiga esta relación afectiva entre su cuerpo y el paisaje, explora los intersticios entre los cuerpos y se pregunta sobre los cambios que produce esta exposición. La artista trabaja con una concepción de cuerpo como una totalidad que incluye recuerdos, saberes y vínculos; en Acción para encontrar una madre en la tierra realiza una especie de ritual con una antena construida con elementos encontrados (una rama y una piedra) y pone en interacción con el paisaje sus saberes y su historia familiar, en un intento de escuchar en el viento la voz de su madre; en Acción para acariciar las montañas decide invitar a Florencia, la otra residente con quien compartió la estadía en Raíces, y explorar así el nuevo vínculo generado. Tomando como herramienta la relación de los cuerpos entre sí, cada cual cargado de experiencias y saberes, y el diálogo entre los cuerpos y la montaña, la partitura escrita por la artista describe la acción de la siguiente manera: “Al atardecer/dirígete a la colina/acompañada de una amiga/ compartan mates, palabras y mandarinas/ Luego/ realicen juntas/ acción para acariciar las montañas”.
Cecilia Vega – fragmento de texto curatorial
LUGAR Y AÑO
Qué tal te fue al amanecer. Residencia Raíces, Aconquija, Catamarca. 01 de octubre 2022
REGISTRO FOTOGRÁFICO
Cecilia Melnik y Roma Vaquero Diaz