No somos territorio de conquista

Por nuestro territorio cuerpo-tierra circulan saberes y memorias afectivas que se vinculan y permiten expandir nuestros deseos de manera comunitaria. No somos territorio de conquista invita a despertar esas memorias y a recuperar esos saberes que se activan mediante el arte y el encuentro, y que establecen identidad. Convocar los espacios íntimos, la corporalidad y los alimentos nos permite hablar del vínculo entre la tierra, nuestras experiencias encarnadas y los haceres-saberes a través de los cuales nos constituimos, nutrimos, sanamos y protegemos la territorialidad, vinculándonos simultáneamente con otrxs, posibilitando así la comunidad y el buen vivir.

Las piezas que conforman el proyecto multidisciplinario No somos territorio de conquista son una performance, catorce fotografías, un video, una instalación donde continúa accionando la presencia de la ausencia de la performance y un libro de artista procesual.

FOTOGRAFÍA

12 fotografías de 50cm x 75cm. Fotografía digital, toma directa. Fine Art Print en papel Enhanced Matte enmarcado en varilla invertida
2 fotografías 70cm x 105cm. Fotografía digital, toma directa. Fine Art Print en papel Enhanced Matte enmarcado en varilla invertida

VIDEOARTE

Video digital que activa milhojas de imágenes que rememoran la piel, los territorios, el encuentro, las ausencias y las vivencias. Para su desarrollo se realizó un primer video con tomas en resonancia al concepto. Luego, fue proyectado sobre mi cuerpo, al mismo tiempo que accionaba con maíz y que filmaba el video final con cámara fija. En cuanto al plano sonoro, se presenta utilizando los mismos procedimientos que la imagen, distintas capas sonoras que intentan dar cuenta de la profundidad del territorio-cuerpo y del territorio-tierra. Entre esas capas aparecen sonidos que evocan a aquellos murmullos que emiten los movimientos de los órganos dentro del cuerpo, el sonido del viento sobre el campo y los árboles de eucalipto, los recuerdos de la infancia, el movimiento de los granos de choclo entre las manos, los susurros de la piel y las memorias que se alojan en los pliegues de la carne.

Duración:

00:01:29 Para ser proyectado / reproducido en loop

PERFORMANCE

No somos territorio de conquista es una performance ritual donde comienzo a pelar choclos, dejando caer los granos dentro de una olla. Realizando una actividad cotidiana, pequeña y potente, una actividad que observamos en nuestra infancia para aprender mirando, y que poco a poco se vuelve ritmo, canto y ceremonia. Un encuentro que va del terreno íntimo al terreno colectivo, y viceversa. Un acto sagrado que permite la vinculación con nosotras mismas, con lxs otrxs, y con todo el campo vital, donde se activan las acciones aprendidas en convivencia y comunidad.

Para ello, utilizo elementos cotidianos como la banqueta, la olla, el cuchillo y formas simples que pueden ponerse en juego con tecnologías y funciones motoras primarias y sin necesidad de recursos económicos. Elijo trabajar con el choclo, alimento amable, noble y poderoso de nuestro territorio, presente en los campos cercanos a donde me crié, como elemento vincular entre el territorio, el cuerpo y el gesto, como unión entre la tierra que ofrece la planta, la manera de cosecharlo y cocinarlo, la memoria encarnada de quien nos enseñó a comer, a compartirlo y asimilarlo orgánicamente, hasta tornarse parte constitutiva del territorio cuerpo, no sólo en cuanto a carne, sino también como forma de existencia.

El ritmo/canto como forma de poetizar la existencia y como vínculo entre los pliegues del cuerpo y el contexto, lxs otrxs y el espacio donde nos encontramos, circulando las vibraciones del sonido en un adentro y un afuera que se activan y se unen en el cuerpo (con toda su multiplicidad) se proyecta nuevamente en el espacio. De esta manera, el espacio se modifica al mismo tiempo que se modifica quien canta y quien escucha. No hay un rostro, un uno indivisible, sino que a través del gesto sonoro se logra una totalidad comunitaria. En los primeros años de vida nuestra manera de conocer el mundo y hacerlo carne está relacionado con este juego de entrar y salir en la corporalidad. Tocar, llevarse las cosas a la boca, arrojarlas, golpearlas, descubrir en ellas un ritmo, un sonido, buscar formas de cantarles para comunicarnos. El mundo entra en nosotros y nosotros en él. La materialidad activada por el ritual, los granos de choclo, se transforman, y al compartirse, esa transformación es continua y múltiple. Construyendo así una nueva experiencia que se yuxtapondrá con vivencias anteriores encarnadas, creando así un nuevo recuerdo comunitario.

La tela que se encuentra bajo mis pies, y que luego será el soporte para la percusión corporal, se va tiñendo lentamente con la acción y los líquidos que fluyen de los granos.

Agrego una nueva capa de sentido colgando el delantal que es huella de acción marcado por las palabras Ni la tierra ni las mujeres somos territorio de conquista y que también es bandera que se posiciona desde una política de vida, una cosmovisión y un deseo.

Mi cuerpo se retira del ritual, pero la presencia de la ausencia continúa a través de los elementos activados y de los granos y de las chalas que continúan transformándose con su ciclo vital. Los choclos ritualizados continúan activando, por tanto, la performance deviene instalación.

LIBRO DE ARTISTA

Herbario de memorias colectivas

Herbario de memorias colectivas es un libro de artista procesual de 20 x 20 cm de papel manila cocido a mano con hilo encerado. Contiene un inventario de hierbas secas proveniente de lo que fue mi hogar materno, textos propios y textos de mujeres invitadas que van sumando su voz a medida que el libro se va exponiendo en distintos lugares. Este herbario invita a despertar las memorias de cada territorio y recuperar los saberes que se activan mediante el encuentro estableciendo identidad. Convocar los espacios íntimos, la corporalidad y las hierbas nos permite hablar del vínculo entre la tierra, de nuestras experiencias encarnadas y de los haceres-saberes a través de los cuales nos constituimos territorial y comunitariamente.

Lugar:

Museo Provincial de Bellas Artes Emilio Pettoruti, La Plata.

Fecha:

20 de septiembre al 20 de octubre 2019

Curaduría:

Margarita García Faure

Registro:

Lucrecia Gimenez y Fernando Pineda
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